Se recomienda a los huéspedes traer coche, para poder llegar con facilidad a la propiedad, cuya ubicación es, sin embargo, ideal para unas vacaciones totalmente relajantes, en plena naturaleza.

Las habitaciones han sido cuidadosamente restauradas y amuebladas en un estilo antiguo, con sillas de mimbre y camas de mimbre o de hierro forjado, que mantienen todo el encanto del pasado, sin olvidarse de garantizar todas las comodidades modernas para los huéspedes.

El restaurante sirve deliciosos platos regionales y, durante la temporada de verano, también platos de pescado fresco. Todos los platos han sido cuidadosamente preparados y las recetas se han ido pasando de generación en generación y son altamente apreciadas por su sabor genuino, a partir de una cuidadosa selección de los principales ingredientes locales frescos.

Edificio bajo hecho de bloques de tufa, muy en sintonía con la naturaleza circundante. Desde la terraza de terracota, los huéspedes pueden disfrutar de las vistas panorámicas sobre los olivares y viñedos hasta el encantador casco antiguo.

Pequeño pero íntimo, con muros de ladrillo rojos y suelo de cotto, decorado en un estilo rural.