El Parador de Alarcón es un hotel único situado en un castillo medieval que data de más de 13 siglos. Tras las renovaciones en 2003, el hotel combina maravillosamente estilos modernos y clásicos, creando una atmósfera cálida y acogedora. Una de las características destacadas es la habitación 106, dedicada al Infante Don Juan Manuel, que ofrece acceso privado a la antigua torre de vigilancia con impresionantes vistas.

El restaurante ofrece deliciosa cocina local, incluyendo especialidades como perdiz en escabeche y pâtés de caza, junto con postres que reflejan la rica historia de la región. Los huéspedes también pueden disfrutar de una selección de vinos finos.

Alarcón es un pueblo tranquilo perfecto para los amantes de la naturaleza, con oportunidades para hacer senderismo y explorar los hermosos alrededores. Los visitantes aprecian la atmósfera pacífica del hotel y las vistas impresionantes desde el castillo. Muchos huéspedes han elogiado las habitaciones espaciosas y bien decoradas y la alta calidad del servicio en el restaurante, lo que hace que su estancia sea inolvidable.

El hotel que ocupa el castillo medieval de los Marqueses de Villena, es el resultado arquitectónico de más de trece siglos de historia. El Hotel fue redecorado en el 2003 después de unas obras que afectaron a la totalidad de las instalaciones hoteleras. Regias maderas de roble y una mezcla de estilo moderno y clásico hacen de este un nuevo Parador.

Situada en lo más alto de la Torre del Homenaje del Castillo se encuentra la habitación 106, dedicada al Infante Don Juan Manuel. Su característica más personal es el acceso privado a la antigua almena vigía inferior de la Torre, desde donde disfrutar de inmejorables vistas.

La gastronomía del Parador de Alarcón se basa en la afamada cocina conquense donde no pueden faltar perdices en escabeche, surtidos de patés de aves y caza, degustación de productos manchegos. En la repostería son obligadas las recetas legadas por los árabes. En el Parador de Alarcón se podrán degustar fabulosos caldos de excelente calidad/precio.

Este castillo del siglo VIII, auténtica fortaleza medieval, se asienta en un meandro del río Júcar, sobre un promontorio en las lindes manchego-levantinas.

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